Textos
EL ENANO DE MARGAT
Dándole el envión final a su primer vasito de caña, el Profesor Aquistapace se limpió sus grandes bigotes amarillentos con la manga de la camisa a cuadros, tan parte de él como su cuerpo largo y flaco y su cara macilenta. Rondaba Aquista los ochenta y había sido profesor de Literatura por innumerables años.