Textos

 

EL ENANO DE MARGAT

 

-Ahora puedo contarlo porque ya no quedan trenes y los circos no aceptan fenómenos -exclamó de pronto Aquista mientras Estumino le servía la segunda-. Mi amigo, Mauricito Revoir, el doctor, supo atender a don Aparicio hace como veinte años. Y muchas veces yo hacía las visitas con él. Cosas de muchacho.



Fotografía anterior
Próxima fotografía