Textos

 

EL ENANO DE MARGAT

 

Relojeando por los ventanales la lluviosa mañana del domingo mientras le sacaba presión a la máquina de café, Estumino recordaba las clases de Aquista acerca de Felisberto Hernández, muy comentadas en el pueblo y más allá. Incluso su apodo de Estumino se lo había puesto el propio profesor en plena clase sobre “Armandito” Vasseur, uno de los escasos poetas locales, tan poco conocidos como el mismo pueblo.



Fotografía anterior
Próxima fotografía